Asalto a la Cárcel de Puerto Príncipe , el reflejo de la Crisis Institucional en Haití

Por Edwin E. Feliz Brito, MA.

La independencia haitiana el 1 de Enero de 1804 marcó un hito histórico al convertirse en la primera nación en liberarse en América Latina, sin embargo, este logro significativo estuvo acompañado por las consecuencias devastadoras de las condiciones impuestas por Francia, a pesar de su valiente lucha por la independencia, luego de que se obligaron a condiciones económicas draconianas imponiendo a Haití un arancel del 50% a las importaciones francesas y una indemnización exorbitante, esta carga financiera significativa contribuyó a la difícil situación económica que aún en la actualidad afectan el país, además de lo anterior, esta situación se vio agravada por la falta de una cabeza institucional sólida, el colonialismo dejó un legado de racismo y desigualdad que ha continuado afectando el desarrollo y la igualdad en el país.

El reciente asalto a la cárcel de Puerto Príncipe refleja la persistente violencia que azota a Haití desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, intensificando la inseguridad y desencadenando una desestabilización social y política en el país, el incremento de la violencia de pandillas, los secuestros y la agitación política han obstaculizado los esfuerzos de reconstrucción y desarrollo.

La pérdida de capacidad del Gobierno para abordar las necesidades básicas de gobernabilidad, seguridad y servicios públicos, en opinión de muchos expertos, coinciden en la caracterización de Haití como un Estado fallido, algunos lo consideran prácticamente un territorio que presume de un Estado inexistente. Bastaría con hacer un análisis de cifras y datos históricos arroja luz sobre la gravedad de la situación.

Por ejemplo el contexto demográfico y económico podemos resumirlo con que Haití comparte la isla con la República Dominicana y cuenta con un tercio del territorio, la población ha crecido más del 40% desde el año 2000, alcanzando los 11 millones 724 mil 764 habitantes, la población joven, con una media de edad de 24,3 años en 2021 y una esperanza de vida de 64,8 años y en la actualidad esta población se encuentra en una situación económica y social crítica.

Según estimaciones del Banco Mundial para 2023, el 63% de los haitianos viviría con US$ 3,65 dólares unos RD$ 214,16 pesos Dominicanos al día, en la actualidad, al menos 5,2 millones de personas necesitan asistencia alimentaria y de vivienda, una cifra que ha aumentado un 20% desde 2022, cifras que repercuten y pueden convertirse en presión migratoria a los países del área.

La educación en Haití enfrenta desafíos significativos, con aproximadamente la mitad de los haitianos mayores de 15 años no tienen un nivel aceptable de escolaridad, solo alrededor del 50% de los niños completaron la escuela primaria en 2020, según Human Rights Watch, en términos económicos, la contracción ha sido constante, con una disminución del 1,7% en 2022, según el Banco Mundial.

En la ausencia de una autoridad institucional, después de que Ariel Henry se apartara de su territorio, se hace más difícil el restablecimiento de la seguridad, un asunto esencial para iniciar un proceso democrático. Esto implica desarrollar estrategias para que la población recupere la confianza y la legitimidad, aunque la intervención internacional incluye medidas de apoyo como el despliegue de una misión multinacional, la crisis en Haití requiere acciones concertadas a nivel nacional e internacional para abordar la inseguridad, la falta de gobernabilidad y los problemas económicos y sociales que aquejan al país.